Este es un blog familiar, casero, educativo, amante de los animales. Esta es mi historia, rodeada de niños en el trabajo, con mi marido, mi perrita y mi niña cuando llego a casa. Una niña que pone nuestras vidas patas arriba, una niña que nos quiere, nos quiere tres ¿qué más se puede pedir?

martes, 24 de junio de 2014

El ginecólogo en Nueva York. Capítulo 4.

Como contaba en el capítulo anterior  en el hospital me dijeron que tenía quistes en los ovarios, me dieron un monton de pastillas y me dijeron que fuese al ginecologo a hacerme revision dos semanas despues.




Las pastillas que me dieron venian en esos botes naranjas que salen en las pelis americanas y que dan tan mal rollo. La madre de la familia americana con la que vivia me advirtio sobre unas de las que me habian mandado porque por lo visto a ella se las mandaron cuando la hicieron cesarea para el dolor y eran super fuertes y podian crear adiccion. Aun asi me las tome y... al dia siguiente estaba en un plan super raro... como flotando por la vida y con una sensacion super extraña en los oidos. Supuestamente tenia que coger el coche para ir a hacer la compra pero de verdad que no me vi en condiciones de conducir.

Deje las pastillas y empece a tomar ibuprofeno para el dolor.

Entonces me puse a buscar un ginecologo.

Ya de por si, encontrar uno que cumpliese los tres requisitos (ya sabeis, que estuviese cerca, que fuese especialista en ginecologia y que entrase en mi seguro) fue un infierno. Pero bueno, despues de treintaycuatro llamadas lo consegui y alli me plante.

Hice mi presentacion habitual con la tarjeta del seguro por delante para que me confirmasen que me iba a cubrir lo que fuese que me fueran a hacer alli, y entonces ya me relajé.

El medico en si, de primeras me gusto mucho, era agradable, me explicaba todo muy bien y hacia las cosas con cuidado (ya sabeis que cuando te van a andar en ciertas partes femeninas esto es bastante importante) sin embargo pronto le puse el mote del "medico de los peros" ahora vereis porqué.

El tampoco me dijo nada de la endometriosis. Solo me dijo que tenia un quiste pero habia disminuido su tamaño.

Peeeeeero resulta que tenia una infeccion vaginal (que yo no habia notado para nada) asi que me mando unas pastillas y que volviese en otros quince dias.

Yo, obediente como soy, me tome las pastillas y volvi a las dos semanas. Me volvió a mirar y me dijo que muy bien, ya no tenia infeccion.

Peeeeeero posiblemente debido a la infeccion se me habia creado una irritacion vaginal (de la que yo tampoco habia notado nada) asi que me tenia que dar una crema y volver a las tres semanas.

Y yo, obediente tambien, me eché la crema tal y como el me dijo.

Y así pasaron los días,  cuando una mañana, mientras desayunaba, entro la madre de la familia en la cocina y me dio una carta

"esto es para ti" me dijo

Era del seguro. La abri. Era una factura de 3500$ por el dia que habia ido a urgencias.




Se me atragantaron los cereales. ¿¿¿3500$??? perooo ¿esto lo pagara el seguro nooo? Llame a mi comunity counselor, que es la persona de la agencia que esta ahi para ayudarte siempre que lo necesites. Pero no me ayudo mucho. Me dijo que llamase al seguro.  Mientras pasaban todas estas cosas (como digo, una au pair no tiene mucho tiempo libre, asi que esto no era tan facil como hacer todas las llamadas de una misma vez ni mucho menos) me llegaron mas cartas con facturas, no tan desorbitadas, pero bastante altas tambien.

Continuará.

1 comentario:

  1. 3500$! Nada más y nada menos!! Uff espero que el seguro te lo haya pagado, y que no te hayan puesto pegas, porque es mucha pasta por una visitilla a urgencias...

    Pobre con lo que tuviste que pasar, que experiencia tan horrible :(

    un besito!

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Con cada uno de vuestros comentarios se me alegra un poquito mas el dia... ¿me dejas uno? :)