Así empezó todo

Bueno, pues comienzo con esto… No es mi primera vez, pero nunca sabes cual es la mejor manera de empezar…

Me llamo Silvia, tengo 28 años (casi 29, aunque no me guste decirlo)  y quiero tener un bebé.

Y puede que sea  cosa mia pero tengo la sensación constante de que desde que he decidido  que era el momento de ser mamá, han empezado a surgir bebés y embarazos en gran parte de la gente que me rodea.

Es posible que por alguna razón todo el mundo quiera compartir conmigo la noticia.

 O que yo muestre un interés inevitable por todo lo relacionado con bebes por mis ganas de tener uno.

Puede ser también que, aunque hay gente que lo decide mas adelante, cuando la situación económica es mas estable, en realidad ya estamos llegando a una edad en la que muchos nos empezamos a plantear ser papás…

 El caso es que el 70% de las fotos de mi móvil recibidas en los últimos meses por whatsapp  son de
ecografías, tripas hinchadas y bebés  ¡Incluso tengo una prueba de embarazo positiva!

¡Qué genial que todo el mundo quiera compartir estas cosas!

Pero bueno, empecemos por el principio y ubiquemos todo esto. Para tener un bebe, generalmente necesitamos dos personas, así que hagamos un resumen rápido y conciso de mi biografía desde que él llegó a mi vida.

Hace nueve años nos conocimos, nos enamoramos y empezamos una relación. Justo entonces empece a tomarme la pildora.

Hace tres años nos fuimos a vivir juntos, pero no nos dio mucho tiempo a disfrutar la conviviencia porque  justo un año después tuve que irme a Nueva York para mejorar mi inglés. Trabaje de Au pair  desde abril de 2012 hasta abril de 2013 y fue una experiencia increíble (y de ahí que al principio de esta entrada mencionase que no es mi primera vez, ya que  ya escribí un blog entonces, contando mi locura de vida como niñera de una familia americana)

 Regresé de los Estados Unidos el año pasado y el ya empezó a hablarme de tener un niño. Yo quería, pero no lo terminaba de ver claro. Tenia muchas ganas pero aunque nuestra situación económica no es la peor tampoco es para tirar cohetes…

 Sin embargo, hace un par de meses tuve que hacerme algunas pruebas en el ginecólogo por unos problemas que tenia (de los que ya hablare mas adelante) y me llevé un pequeño susto, decidi que al fin y al cabo la cosa podría ir peor y que el momento perfecto no existe (y mas aun tal y como andamos en España), escuche mas a mi corazón que a mi cabeza  y supongo que el hecho de que la ginecóloga me recomendase dejar la pastilla unos meses también le dio un empujoncito a la cosa. 

El caso es que una mañana al despertarme de un sueño en el que estaba embarazada (tal cual) le dije:

“Decidido. Vamos a ir a por el niño”

 Y el, que como he dicho, ya lo tenia decidido hacia tiempo, se río y dijo

“Vale”

Y ahora si, aquí empezó todo.