Este es un blog familiar, casero, educativo, amante de los animales. Esta es mi historia, rodeada de niños en el trabajo, con mi marido, mi perrita y mi niña cuando llego a casa. Una niña que pone nuestras vidas patas arriba, una niña que nos quiere, nos quiere tres ¿qué más se puede pedir?

domingo, 22 de marzo de 2015

La lactancia no es tan facil como parecía

Aquí estoy de nuevo, encontrando, por fin,pequeños momentos para dedicarle a este blog. 

Hoy vengo a hablar de mi experiencia en la lactancia con Laia hasta el momento. Algo que yo veía tan sencillo desde fuera: un niño, una mamá y una teta. No me parecía nada complicado... hasta que me tocó a mi. 

Cuando Laia llegó al mundo, tras quitarle el cordón que rodeaba su cuellecito y ponerla sobre mi pecho para que al fin pudiesemos conocernos, una de las matronas me dijo lo que tenía que hacer para que la niña se enganchase a mi pecho. 

Después nos quedamos solos los tres en el paritorio. Yo tratando de que mi niña encontrase mi pecho, lo tomase y comenzase a mamar. Mi amor tratando de ayudar en lo poco que podía. Laia dormitando, sin ningun interés por empezar a mamar. Y así se nos pasaron dos horas. Otra matrona entró a ayudarnos pero no hubo manera. No conseguimos el enganche. Ni lo conseguiríamos ya ese día.

Al día siguiente por la mañana, levantarme de la cama sin anestesia fue bastante incómodo. Tenía los puntos de la episiotomia inflamados de tal manera que no podía ni orinar sin sentir una punzada de escozor horrorosa. Pronto empezaron a llegar visitas y un par de matronas entraron a ayudarnos de nuevo con la lactancia. Me explicaron bien como colocarme, como colocar a la niña, de que manera hacerlo. Pero la niña no enganchaba. 

Y así empezó uno de los días más agobiantes de mi vida. 

En la habitación no dejó de haber gente en ningún momento del día, es más, a veces había tanta gente que ya no hubiera cabido ni una persona más. Hacía un calor sofocante, me dolían los puntos, no había dormido nada en los ultimos dos días y era incapaz de conseguir que mi niña empezase a mamar. Pasaban las horas y por más que lo intentaba no había manera. La iban controlando la glucosa para comprobar que no había hipoglucemia y todo estaba bien, pero mi niña, que ya de por si venía con poco peso, llevaba ya bastantes horas en el mundo con su estomago vacío. 

El calor, el dolor de los puntos, la gente gritando a mi alrededor, las personas que, de buena fe, trataban de ayudarme en algo que para mi es tan íntimo... yo no podía más. Mi niña estaba también alterada. Este nuevo mundo al que acababa de llegar se le hacía grande, ruidoso y encima tenía hambre. Se asustaba cada dos por tres, lloraba muchísimo, no podíamos dejarla en su cuna sin que se pusiese a chillar...  a mi alrededor solo oía consejos no pedidos sobre la lactancia y sobre como mi bebé, que no tenía ni un día de vida nos estaba "tomando la medida" porque solo quería estar en brazos.

Hasta que llegó un momento en el que ya no pude más y los eche a todos. Ya que muy poca gente dedujo que tal vez necesitasemos algo de intimidad, despues de un parto infinito, en camisón, con los puntos inflamados y una cara horrible de cansancio (de eso, de que tenía una cara horrible si se deban cuenta y me lo recalcaban), con la teta fuera y sudando al intentar una y otra vez que la niña cogiese el pecho en mitad de aquella habitación llena hasta arriba. Así que sí, despues de unas 18 horas de tratar de empezar la lactancia con Laia, en mitad de aquel agobio y con una matrona ayudandome y alucinando con la situación, eché a todo el mundo de allí. Fue muy tarde, se que tenía que haberlo hecho antes.

20 minutos después, ya en silencio, solo con aquella matrona a mi lado, Laia se enganchó a mi pecho. Justo cuanto estábamos sacando mi calostro para dárselo con una jeringuilla porque ya no podía estar más tiempo sin nada en el estómago. 

Esa noche la pasamos practicando y al día siguiente eché a todo el mundo de la habitación cada vez que la niña tenía que mamar. Y así lo hice durante los primeros días también en casa. Cada vez que tenía que mamar me iba a otra habitación, Así conseguimos perfeccionar la técnica poco a poco. Ya en casa, además, Laia estaba mucho más relajada, dejó de gritar aterrorizada y el tiempo que no estaba mamando lo pasaba durmiendo placidamente.

Eso sí, como Laia era tan pequeñita comía cada muy poquito tiempo, se quedaba dormida en mitad de las tomas y ya no había manera de continuar así que a los diez- veinte minutos estaba pidiendo de nuevo. Día y noche. Así que tras un par de días de agotamiento absoluto, comenzamos a hacer colecho por el bien de mi salud mental . De esta forma al menos descansaba un poco más. 

A día de hoy Laia ha espaciado bastante las tomas, pero no suele pasar mucho más de una hora entre toma y toma. No me han salido grietas, ni he tenido mastitis, pero lo cierto es que Laia me hace daño aun, más de un mes después... 

Así que no, la lactancia no está siendo algo especialmente sencillo para nosotras. Pero en ello estamos,  apuntadas a un taller de lactancia en mi centro de salud, que creo que será justo después de semana santa y tratando de mejorar cada día...

... bueno... y cogiendo peso a buen ritmo, que es lo importante. 

10 comentarios:

  1. Corazón lo importante es que ella va cogiendo peso... si habéis encontrado la forma y la manera ya está. Has probado a sacarte y que el papi le dé alguna toma en bibe para que te relajes? Un beso cielo

    ResponderEliminar
  2. Ánimo, preciosa... eres una mami estupenda!! Seguro que poco a poco todo irá volviéndose más sencillo...

    Mucha fuerza y un abrazo enorme!

    ResponderEliminar
  3. Eso de las visitas en el hospital como que yo sigo sin verlo y tú me lo confirmas. Quizá cuando te operan de algo vienen bien porque estás aburrida pero con un bebé y con necesidad de intimidad... eso como que no...
    Me alegro de que finalmente tomases la decisión de echar a todos y que todo haya ido mejor.
    ¡Y que así continúe!
    Besos

    ResponderEliminar
  4. Poco a poco, nadie dijo que fuera fácil, con tranquilidad, amor y mucha mucha paciencia si queréis lo conseguiréis. Los primeros meses son agotadores, yo recuerdo o hacer otra cosa que esar amamantando...ayyyyyy pero me encantaba, a mi bebé se le veía feliz.

    Las visitas son lo peor, hiciste bien en echarlas.

    Besosssssss

    ResponderEliminar
  5. Ánimo, a muchas nos ha pasado eso y al final se consigue llevar bien.
    bs

    ResponderEliminar
  6. Ánimo, lo estás haciendo muy bien! Mi renacuajo también mamaba con mucha frecuencia, y es un rollo, es muy esclavo, pero si la niña está sana y va cogiendo peso bien, no te preocupes, ya se irán espaciando un poco las tomas y sobre todo, disminuyendo su duración. Es totalmente normal, mucha paciencia y tranquila, vais muy bien!! Besitos

    ResponderEliminar
  7. Vais muy bien! ay las visitas!! si algo tengo claro en mi siguiente parto es que no quiero que venga nadie a verme hasta que me sienta segura...la gente no tiene mala intención, pero...no es el momento y punto... A la lactancia hay que hacerse, los comienzos son cuanto menos "raros", pero merece la pena, mucho. Nosotros llevamos 5 meses y de vez en cuando algún día si mama mucho, se me irritan los pezoncillos, pero se pasa enseguida y de verdad que compensa. Mi peque también mama cada hora y media dos horas, aunque a veces se echa siestas de 3 y 4 horas sin pedir, y entonces también te preocupas ( esto es un no parar!). Poco a poco va encajando la cosa y no cambias esos momentos por nada, por no decir lo cómodo que me resulta salir de casa con pañales y poco más!! puedes ir a cualquier sitio!! Mucho ánimo, verás como el grupo de lactancia te ayuda también, besos!!

    ResponderEliminar
  8. Como leo esta entrada muy tarde espero que todo haya mejorado. Tienes razón, la lactancia no es fácil y mas si estas rodeada de gente. Si necesitas cualquier cosa o puedo ayudarte de alguna manera estoy por aquí.
    Un beso enorme

    ResponderEliminar
  9. Como leo esta entrada muy tarde espero que todo haya mejorado. Tienes razón, la lactancia no es fácil y mas si estas rodeada de gente. Si necesitas cualquier cosa o puedo ayudarte de alguna manera estoy por aquí.
    Un beso enorme

    ResponderEliminar
  10. Espero que vaya mejor, no la lactancia no es siempre fácil en sus comienzos, pero después de la cuarentena verás como va mejorando con las tomas. Además es preciosa, disfruta de tu lactancia. Besos

    ResponderEliminar

Con cada uno de vuestros comentarios se me alegra un poquito mas el dia... ¿me dejas uno? :)